No hemos entendido que Jesús como fundamento, como base de ésta iglesia que es suya, él puso una única piedra sobre la cual se iba a edificar (Mateo 16,18) .
No hemos entendido que aquí el amor de Dios quería construir algo grande, pero antes nos habían pedido para ser sacudidos como Pedro y todo se ha derramado, no hemos podido perseverar en la unión, en ser uno como es tu deseo (Lucas 22,31-32, Juan 17:11-21-22).
No hemos encontrado el camino para hacer la voluntad de Dios, esa voluntad que sale por boca de sus primeros apóstoles y por boca de sus profetas actuales. Porque sabemos que tu plan es perfecto, y no hay contradicción entre lo que dice tu palabra y lo que hoy nos hablas.
Hemos olvidado algunas de las cosas que nos ha mandado Jesús, cuando el mandato fue de guardar y enseñar todo!
- Tu quieres que seamos uno (Juan 17)
- Tu quieres que nos neguemos a nosotros mismos, que neguemos nuestra naturaleza herida para seguirte. La invitación no es solo a seguirte; tiene sus implicaciones y éstas traen implícito algo de dolor (Mat 16:24- Marcos 8:34, Lucas 9:23).
- No hemos entendido que así esta familia nos parezca feíta, tu mandato es a ser fieles, como en el matrimonio!.
Hemos cosechado un fruto extraño que nos aleja los unos de los otros ( fruto división y disensión que no es tuyo (Gal 5:20)).
No hemos encontrado como mantenernos en el mandato de estar en una misma mentalidad, un mismo juicio, una misma forma de hablar, cosechando así una fractura que hoy nos separa (1 Corintios 1,10)
Hemos entendido mal tu palabra. Allí donde había una advertencia, encontramos una justificación.
Escrito en 2011
Escrito en 2011